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LOS NIÑOS Y LA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Los expertos en alimentación infantil afirman que una buena dieta en el crecimiento mantiene la energía, favorece la concentración, el equilibrio nervioso y la salud en general. El exceso de ciertos alimentos junto a la presencia cada vez mayor de conservantes y plaguicidas está empezando a tener efectos sobre la salud y aumentan ciertas enfermedades infantiles como las alergias y el asma, que afectan ahora a casi el doble de niños que en 1980.

Se hace necesario por tanto el cuidado en la dieta equilibrada. Algunos consejos de especialistas pueden ayudarnos a los padres en saber qué hacer al respecto.

En primer lugar el consejo a dar es recordar que los padres somos los modelos a seguir; si nosotros comemos una dieta sana será más problable que nuestros hijos la sigan también. Esto requiere a veces que ambos padres se pongan de acuerdo. No sirve de mucho que la madre coma verdura mientras que el padre come un helado. Esto puedec provocar desconcierto en los hijos. Normalmente éstos se inclinarán por la comida más estimulante.

  • Tener un horario de comidas y servirlas en la mesa. Estudios demuestran que los niños que disfrutan de comidas familiares regulares tienen mayor estabilidad emocional y comen mayor variedad de alimentos que aquellos que no lo hacen.
  • No utilizar nunca la comida como premio o castigo. La comida debe ser algo agradable, pero no un premio o un castigo. A la larga puede provocar desarreglos alimentarios.
  • Ofrecer lo que tú quieres que coman en vez de preguntar qué les apetece. Decide con qué frecuencia dejarás a ellos elegir, pero no lo permitas siempre.
  • Preparar una sola comida para desayuno, comida y cena. Y si no les gusta no ofrecer algo diferente sino esperar a la próxima comida. No pasa nada si un día comen algo menos.
  • Hacer que los niños se interesen por las comidas. Que te ayuden de vez encuando a comprar y preparar alimentos. Haz que se figen en los colores y formas y cómo cambian en el plato. Explica de dónde provienen.
  • Convertir frutas y verduras en algo divertido. Si los niños las rechazan hervidas, prueba a hacerlas a la plancha, al horno, como componentes de salsas, sopa, lasaña, hamburguesas, en zumos...La verdura es versátil. No la hagamos aburrida. No podemos depreciar al alimento con más nutrientes.
 
     
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