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Un paraje a recuperar:
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El proyecto
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La
"Rambla Salá" |
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Recientemente
el BOE publicaba un proyecto por el que se
pretende acometer importantes infraestructuras
orientadas a la actividad turística y la
recuperación del patrimonio industrial que en su
tiempo representaron las salinas de Minglanilla.
La
Rambla Salá y las Minas de Sal están próximas
al embalse de Contreras y poseen un indudable
potencial turístico. La revista Crónicas de
Cuenca de Octubre de 2000 desvela algunos
detalles del proyecto que se ha aprobado y que
está en fase de subasta pública. La inversión
ascenderá a 212.556.639 de pesetas. El proyecto
que como he dicho cuenta con fuerte inversión
pública está abierto a la acción de la
iniciativa privada. Éste sector acometería la
construcción de un pequeño hotel junto a los
dos pequeños embalses construidos para la toma
de baños de agua salada y que tiene importantes
efectos benefactores para la salud, en especial
para la piel. La construcción de una carretera
que uniría la Rambla Sala con Minglanilla, la
plantación de diversas especies arbóreas y la
construcción de una pérgola de grandes
dimensiones que pudiese servir como merendero,
amén de otras edificaciones como cafetería,
vestuarios o servicios completarían la
infraestructura prevista. Todo el complejo
estaría ubicado en un entorno de gran belleza
natural, con la proximidad de la Reserva Natural
de las Hoces del río Cabriel, Los Cuchillos y el
embalse de Contreras. Es preciso que las pequñas
localidades como Minglanilla aborden la
recuperación de su entorno, de su pasado
industrial y cultural e intente al paso de abrir
nuevos canales de explotación turística
racional, respetuosa con el entorno y creadora de
empleo.
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Lo que significó
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Aún
ahora este enclave tan representativo para
Minglanilla recibe la visita de cientos de
personas que se desplazan a tomar baños de agua
salada. Agua que arrastra disuelta la sal gema de
excelente calidad que, aún sin saberse la fecha
exacta en que comenzó su explotación, se sabe
que los romanos ya la conocían y apreciaban. No
se descarta incluso que fueran los iberos los
primeros en extraer la sal de las minas, ya que
se han encontrado abundantes restos íberos junto
al río Cabriel. Lo que es cierto es que
Cortázar, en este siglo afirmaba que las minas
de Minglanilla son unas de las primeras del
mundo. Muestra de su importancia son las
descripciones que a finales del siglo XVIII hace
Mateo López, que habla de "abundantísimas
salinas de sal piedra" con "grandes y
profundas cuevas" de 200 escalones de bajada
y "tanta anchura en lo profundo que parecen
grandes plazas " o Madoz cuando afirma que
era incalculable el número de fanegas que se
podía extraer porque siendo la salina una
montaña de sal de piedra purísima cuyos
límites no se descubrían, su producción sería
proporcionada al número de operarios que
ocupara. Su explotación se prolongó hasta
finales del siglo XIX. Este enclave se encuentra
situado a pocos kilómetros del pueblo, hasta hace poco por un
camino que discurría tortuoso por barrancos. Esto,
unido al terreno improductivo evitó el
asentamiento en sus inmediaciones. En la actualidad, el
acceso a la Rambla Salada se efectúa por un camino de tierra
señalizado que parte del casco urbano de Minglanilla, o bien por
el mismo pero tomándolo desde La Pesquera, atravesando terrenos
del Keuper donde son muy frecuentes las cristalizaciones de
yeso rojo
junto a aragonitos
y
Jacintos de Compostela.
El primer
enclave del pueblo tuvo su origen en esta
circunstancia al situarse a medio camino de la
vía romana que iba a Iniesta. No menos
importante ha sido la explotación de la piedra
de yeso y aragonitos, conocidos en todo el mundo
y expoliados por gentes venidas de distintos
países y diferentes regiones españolas.
Documentación
y fotos: Revista Crónicas de Cuenca y MTI Blog
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Las minas de la sal en
la red |
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MTI Blog |
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